4 consejos para que tu hijo viaje el máximo tiempo posible a contramarcha

Viajar de espaldas es cinco veces más seguro. La probabilidad de sufrir lesiones graves en un accidente de coche se reduce hasta un 90% si los niños utilizan sistemas de retención infantil a contramarcha. La propia DGT recomienda viajar en sentido contrario a la marcha el mayor tiempo posible pero… ¿cómo conseguirlo? En Axkid te contamos qué puedes hacer para garantizar que tu hijo vaya a contramarcha el máximo tiempo posible.

1. Infórmate bien

La falta de información adecuada sobre seguridad infantil en el coche es la responsable de que mucha gente cambie la orientación de la silla demasiado pronto, colocando a los niños a favor de la marcha con el paso al grupo 1 e incluso antes en algunos casos, a pesar a lo que regula la ley, cuando los padres deciden dar la vuelta a un bebé de muy corta edad porque llora o piensan que se aburre de espaldas.
Si conoces el riesgo que puede suponer para tu hijo viajar a favor de la marcha en sus primeros años de vida será mucho más fácil que tu prioridad sea que vaya el máximo posible a contramarcha. Estar informado es vital, no sólo a la hora de tomar decisiones que garanticen la mayor seguridad posible en cada etapa, sino también para desmontar falsos mitos y evitar que las informaciones erróneas y la presión externa te condicionen negativamente.

2. Elige una silla adecuada

Para poder mantener a tu hijo a contramarcha el mayor tiempo posible es fundamental que elijas una silla que se adapte bien a él en edad, peso y altura.
Conocer y tener en cuenta los percentiles del niño podrá ayudarte a prever si tu hijo puede agotar antes la silla por altura o por peso y, en consecuencia, elegir la opción que más probabilidades tenga de ofrecerte el máximo tiempo posible a contramarcha.
Pero si no has podido hacer esto siempre tienes opciones para aumentar el tiempo de espaldas según lo vayas necesitando. Por ejemplo, si tu hijo agota por peso una silla de grupo 1 (hasta 18 kg), quizá puedas cambiarlo a una silla de grupo 1/2 (hasta 25 kg) y ganar más tiempo en el que tu hijo viaje seguro a contramarcha.

3. Reajusta la instalación conforme crezca tu hijo

El espacio que necesita un niño para las piernas no es el mismo con un año que con cuatro, por lo que reajustar la instalación de la silla para separarla del asiento a medida que tu hijo crece te evitará cambiar antes de tiempo a favor de la marcha, ya que conseguirás que el espacio inicial entre el borde de la silla y el respaldo del asiento aumente y sus piernas quepan mucho más cómodamente aunque sean más largas.
En este aspecto, también deberás tener en cuenta el reclinado de la silla. Cuanto más pequeño sea tu hijo, más “tumbado” deberá viajar, y viceversa. Los bebés necesitan un grado de reclinación muy amplio al principio, que hace que sus pies queden enfrentados al respaldo del asiento. Conforme van creciendo, podemos ir restando ángulo de reclinación a la silla. Algo que aportará más espacio para las piernas, además de mejorar la seguridad (el reclinado perfecto es el mínimo que requiera cada etapa de desarrollo mientras impida que la cabeza se caiga hacia delante si el niño se queda dormido). Cuanto más grandes son, más incómodos van reclinados por lo que ajustar bien la reclinación de tu silla te ayudará a mantener a tu hijo el máximo tiempo posible a contramarcha.
Dependiendo de las características del vehículo es posible que, con el paso del tiempo, también sea una opción cambiar la silla de sitio en el coche para mejorar la comodidad del niño. Por ejemplo, pasándola de la posición central al asiento lateral derecho, para ganar algo de espacio que se le pueda restar al asiento del copiloto.
No olvides tampoco regular la posición del cabezal de la silla conforme tu hijo gane altura, salvo que cuentes con un sistema de ajuste automático de arnés y cabezal como el de la Axkid Minikid.

4. No te fijes sólo en la “silla principal”

Si vas a moverte en más de un coche y quieres garantizar que tu hijo viaje seguro no te fijes sólo en la silla que vas a usar en el coche principal. No importa si te decides por una sola silla que cambias de un vehículo a otro o si priorizas aspectos como el confort en la que vayas a usar con más frecuencia y buscas una más sencilla para el segundo coche: asegúrate de que tu hijo viaje siempre seguro a contramarcha.
Muchas veces, excusas como “sólo son cinco minutos”, “en este coche no salgo a carretera” o “en el otro viaja una vez a la semana, el que uso sobre todo es el mío” nos hacen descuidar el coche en el que menos nos movemos o permitir que el niño viaje a favor de la marcha antes de tiempo en los desplazamientos menos frecuentes pero, en realidad, no tenemos forma de prever en qué trayecto o vehículo nos puede sorprender un accidente.
Por ejemplo, estadísticamente hay más accidentes por ciudad que por carretera y suelen producirse en trayectos cortos o en el último tramo de un trayecto largo, cuando ya estamos llegando y nos relajamos.
Por ello, no te confíes. Si quieres garantizar la máxima seguridad en todo momento busca que tu hijo viaje a contramarcha el mayor tiempo posible en todos sus trayectos, independientemente del coche en el que viaje.